Translate

sábado, 22 de mayo de 2004

Ilích Ulianov y Lenin



El trabajo que presento al lector está motivado por la lectura del trabajo de Heiko Khoo titulado “Noam Chomsky y el marxismo”, donde Khoo combate la errónea representación que tiene Chomsky sobre Lenin. Esto es un asunto sobre el que  hace ya bastantes años tomé una postura. Habrán observado por mis escritos anteriores que nunca empleo el nombre de Lenin sino el de Ilích Ulianov para llamar al más grande de los marxistas del siglo XX. Y paso ahora a explicarles  por qué. Una de las pistas se encuentra en la “Ideología alemana”, de Marx y Engels,   en especial en el  uso que hacen de la obra de Cervantes, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, para criticar al socialismo idealista; y la otra está en ciertos escritos de Borges, donde habla de Alonso Quijana en vez de Don Quijote.


Cuando Alonso Quijana se disponía a embestir a los molinos de viento, Sancho le advirtió que aquellos no eran gigantes sino molinos de viento. Pero Alonso Quijana no le prestó atención y se dirigió raudo a batallar con los gigantes. Cuando el caballero de la triste figura salió rodando por los suelos, tras su encontronazo con las aspas del molino, Sancho acudió presuroso a recogerle mientras le decía: no le dije yo a mi amo que estos eran  molinos de viento y no  gigantes. A lo que Alonso Quijana respondió: ¡Calla insensato, que nada sabes de asuntos de caballería, no ves que esto ha sido obra del mago Merlin, que  en el último instante transformó los gigantes en molinos a fin de quitarme la gloria! Alonso Quijana representa el arquetipo  de aquellas personas que confunden su representación del mundo con el propio mundo, hasta el punto de que por muchos encontronazos que tengan con el mundo real, siguen pensando que el mundo es tal y como ellos se lo representan. Este arquetipo ha estado y está presente en la izquierda extremista, pero también está presente en el seno de la burguesía.  De todos modos convendrán conmigo en la necesidad de emplear el nombre de Alonso Quijana para referirnos al hidalgo de la Mancha, que de tanto leer y  no dormir se volvió loco, y el nombre de Don Quijote para referirnos a la representación que se hacía Alonso Quijana del mundo y de su papel en el mismo.

Por las mismas circunstancias que concurren en el caso de Alonso Quijana, decidí emplear el nombre de Ilích Ulianov  para nombrar al líder de los bolcheviques, y el nombre de Lenin para nombrar la representación dominante que se ha hecho el mundo de ese hombre real.  Todos debemos reconocer, mucho más después de la extinción de la URSS, que la representación dominante que tiene el mundo sobre Lenin es horrible: lo pintan como un dictador, un sanguinario, un mediocre, emparentado con Stalin y por medio de éste con Hitler. Esto duele muchísimo a los leninistas, nos revienta, pero tenemos que aceptar y admitir que esa es la representación dominante que tiene el mundo del líder bolchevique. ¿Quién es el culpable de que el mundo tenga una representación tan horrible de Lenin? En primer lugar, los antiguos comunistas soviéticos, en segundo lugar, los propios leninistas, y en tercer lugar, los representantes teóricos del capitalismo. De manera que buena parte de la mala representación que tiene el mundo de Lenin es culpa de nosotros mismos, de la izquierda supuestamente leninista.

Hoy día yo publicaría unas obras escogidas de Ilích Ulianov que nada tuvieran que ver con las obras escogidas que circularon bajo la hegemonía internacional del PCUS. En las obras escogidas de antaño dominaban las obras dedicadas a la lucha de clases. Y esta educación está muy metida en la conciencia de buena parte de los leninistas actuales. ¿Qué obras elegiría yo para una selección escogida de acuerdo con los tiempos que corren? Las dedicadas a los tres siguientes temas: el económico,  la lucha contra el socialismo idealista, sea populista o utópico, y el análisis de la vida parlamentaria. Si los leninistas se dedicaran a estudiar a fondo los textos de Lenin que se ocupan de esos tres temas, seguro que se harían con una representación distinta de Ilích Ulianov: más completa, más rica y menos belicosa. En la cabeza sólo tenemos un Lenin que con las venas del cuello a punto de estallar arenga a las masas para la conquista del poder del Estado. Esa imagen está ya muy gastada y tergiversada, y es hora de acabar con ella. Veamos otros lados de Lenin y tengamos una representación más íntegra de él.

Pienso ahora, no como marxista y leninista, sino como simple filósofo o simple amante del conocimiento. Yo soy un consumado estudioso de las obras de los grandes clásicos del pensamiento, de la ciencia y de la literatura. Pues bien, Ilích Ulianov es uno de esos grandes clásicos del pensamiento. Su capacidad para analizar los hechos y el lenguaje del contrario  es de un  altísimo nivel. Tiene un arte en el descubrimiento de los detalles que es todo un placer leerlo y seguirlo en sus inteligentísimos  razonamientos. Se aprende muchísimo con los textos de Ilích Ulianov: por un lado, nos hacemos con una representación ordenada de lo que pasa en la realidad, y por otro lado, nos hacemos con  conceptos muy bien definidos  para representarnos dicha realidad. Y nada lo ata, ni sus propias ideas, dispuesto siempre a cambiarlas si el mundo cambiaba. Es todo un artista del pensamiento dialéctico. También tiene otra virtud Ilích Ulianov: siempre incluye en sus textos al contrario, los cuales son analizados en sus mínimos detalles, y muestra algunos acuerdos con parte del contenido de esos textos. Una actitud intelectual, sin duda, muy democrática, de la que están muy lejos los mandatarios de las grandes naciones capitalistas del mundo. Así que yo les recomendaría a todos los burgueses del mundo lo siguiente: Lean a Ilích Ulianov, aprenderán muchísimo de él, tanto en el terreno de acumular profundos fondos de conocimiento, como en el terreno del arte de pensar, de la definición conceptual y del razonar. Y a los leninistas les diría esto otro: no debimos sufrir al ver como las grandes estatuas de Lenin caían derribadas al suelo en los países del socialismo real, sino alegrarnos, se acababa así con el Lenin simbólico, reducido a fotos, estatuas y consignas dogmáticas. Hagamos lo mismo que recomendé a los burgueses: disfrutemos del rico pensamiento de Ilích Ulianov, elevémonos con él al pensamiento de alto nivel y al arte en el análisis de los detalles. 
11 de noviembre de 2004.

No hay comentarios:

Publicar un comentario