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lunes, 23 de mayo de 2005

El dinero en su existencia ideal y sígnica

Hemos visto cómo la mercancía se transformó en dinero y que el oro ha conquistado históricamente el papel privilegiado de ser la mercancía dinero.  Ahora una ecuación aislada, por ejemplo, 2 kilos de trigo =  10 gramos de oro, sirve para representar el valor de los 2 kilos de trigo de una manera socialmente válida. De esta manera la forma relativa general del valor de una mercancía vuelve a tener la forma relativa simple de una mercancía. Se vuelve al punto de partida, pero enriquecida con todo el proceso mediador de la forma relativa desarrollada del valor y de la forma general del valor. Aquí hay que tener en cuenta la presencia de dos unidades de contrario: lo aislado frente al conjunto, y la forma relativa simple de valor frente a la forma relativa general del valor, o lo que es lo mismo, lo simple frente a lo general.


El valor del trigo existe de forma invisible en el trigo. Este es el valor existiendo de forma inmanente. Mientras que el valor existiendo de forma objetiva viene representado por su igualdad con el oro. Pero para que las mercancías transmitan sus precios, su igualdad con el oro,  al mundo exterior, sus propietarios tienen que colgarles etiquetas, donde puede leerse, por ejemplo, “10 gramos de oro”. De este modo la expresión del valor de las mercancías adquiere existencia sígnico-lingüística: unos números seguidos de un nombre. Es obvio que para expresar el valor de una mercancía no se necesita dinero real sino dinero ideal o imaginado. Y los números seguidos del nombre de la mercancía dinero es la expresión de esa existencia ideal o imaginada del dinero. No obstante, todo propietario de mercancía sabe que aún le queda mucho para convertir su mercancía en dinero cuando le da la forma de precio, tiene que atraer el dinero-oro que está en los bolsillos del comprador. Aquí nos encontramos con dos parejas de contrarios: por una parte, la existencia invisible o inmanente del valor frente a la expresión del valor en forma ideal o sígnico-lingüística, y por otra parte,  existencia ideal del oro, que es como figura en el precio, frente a la existencia real del oro, que es como existe en los bolsillos del comprador. A este propósito Marx también señala que la venta de la mercancía se presenta como realización del precio. Y por realización del precio debemos entender la transformación de la existencia ideal del oro en existencia real. Aquí no sólo se observa la presencia de la unidad de contrarios sino la transformación de un contrario en otro: la transformación de lo ideal en real.
  
La moneda: el signo del valor

Si bien la forma de precio brota de la función del dinero como medida de valores, donde el dinero sólo necesita existir en forma ideal, la forma de moneda brota de la función del dinero como medio de circulación.  La moneda oro que funciona como medio de circulación tiene un determinado peso y tiene un determinado nombre monetario. Al principio los nombres monetarios coincidían con los nombres de los pesos metálicos, como sucede, por ejemplo, con la libra. La acuñación de las monedas corresponde al Estado. Un determinado peso de oro, 10 gramos, tiene el nombre monetario 10 gramos de oro.

Pero con la circulación  las monedas de oro se desgastan y la falsifican: en vez de tener diez gramos de oro tiene ocho, seis, cuatro y dos gramos. Se inicia la separación entre el título y la sustancia, entre el contenido nominal y el contenido real, entre la existencia metálica y su función. Esta moneda de oro tiene, por ejemplo, 4 gramos de oro, pero su nombre monetario reza de otro modo: 10 gramos de oro.  No obstante, circula por su valor funcional, como 10 gramos de oro, aunque su peso real en oro sólo sea de 4 gramos. Si el mismo curso del dinero separa el contenido nominal del contenido real de la moneda, su existencia metálica de su existencia funcional, lleva implícita la posibilidad de sustituir el dinero metálico, el dinero-oro, por un signo suyo. De hecho la moneda de contenido real en oro de 4 gramos ya circulaba como signo, pues significa otra cosa distinta de sí misma,  10 gramos de oro. Así que  el dinero como medio de circulación es un signo del dinero real. Y como dice Marx: el oro circula porque tiene valor, mientras que el dinero papel tiene valor porque circula.





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