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lunes, 15 de junio de 2009

Contrarios "dialécticos" y unidad "dialéctica"

Me pregunta Reynaga cuándo los contrarios son dialécticos y cuándo la unidad de contrarios es dialéctica
Primero diré que no creo  que pueda existir una teoría general sobre dialéctica a la que los hechos han de someterse. Todo lo contrario: parto de la base de que son los hechos y estados de cosas que sometemos a análisis quienes determinarán la naturaleza de las contradicciones. Con esto quiero indicarte, estimado Tito, que sólo analizando casos concretos puedo tomar una postura acerca de tus preguntas. De forma general no puedo hacerlo ni creo que sea correcto hacerlo.

Así que trataré de indagar acerca del sentido de tus preguntas sobre un caso concreto. Aunque los marxistas al uso declaran ser pensadores muy dialécticos, en muchas ocasiones no lo son. Algunos marxistas creen que algo se vuelve dialéctico con sólo adjuntar la categoría dialéctica a los juicios y afirmaciones que hacen sobre el  mundo. Y te pongo un ejemplo. Entre los marxistas se suele decir que la práctica y la teoría deben estar unidas. Añaden que quienes conciben la teoría y la práctica unidas son  pensadores dialécticos, y quienes las conciben separadas son pensadores metafísicos.

Esas afirmaciones no son correctas ni bajo el punto de vista teórico ni bajo el punto de vista práctico. Esos marxistas sólo ven la contradicción entre los dos lados de la contradicción, entre la teoría y la práctica, pero no la ven en su relación. Su relación no la conciben de forma dialéctica. ¿Por qué? Porque sólo la conciben en unidad. Pero resulta que la unidad también tiene su contrario: la separación. Por lo tanto,  si procedemos de forma dialéctica, hemos de concluir que la teoría y la práctica pueden estar unidas y también pueden estar separadas. Y hay multitud de hechos prácticos que confirman esa verdad. ¿No es obvio que las ideas de muchos partidos de extrema izquierda, autoproclamados marxistas leninistas, están totalmente divorciadas de la práctica? Sin duda alguna que sí.

Si ahora, atendiendo a este caso concreto, intentara responder a la pregunta de Reynaga de cuándo los contrarios son dialécticos o son concebidos de forma dialéctica, daría la siguiente respuesta: cuando la concepción dialéctica no sólo alcanza a los dos lados de la contradicción sino también a sus relaciones mutuas.

A mi juicio la pregunta de Reynaga debe ser reformulada. No sería adecuado preguntar cuándo los contrarios son dialécticos, sino cuándo los contrarios son concebidos de forma dialéctica. Y con respecto a la segunda pregunta creo que no tiene sentido preguntarse cuando la unidad es concebida de forma dialéctica, puesto que la unidad no constituye una unidad de contrarios sino sólo un lado de la contradicción.

24 de enero de 2009.




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