Translate

jueves, 21 de febrero de 2013

¿Cómo estudiar? (II)

El lado de la personalidad

El lado de la personalidad es fundamental. Ser perfeccionista puede ser una virtud y un defecto. Depende del grado y de las consecuencias de ese comportamiento. Si te impiden producir, es un defecto. Igual sucede con la autoexigencia. Si termina por maniatarte, es un defecto. En el pensamiento, y creo que en la mayoría de las esferas de la vida, es decisivo sentirse libre. Nadie te vigila ni te evalúa desde una instancia superior a tu propia conciencia. Y si en ocasiones te quedas con la mente en blanco y no sabes cómo responder a los argumentos del contrario, pues no respondas. Que sea lo que pueda ser. Tampoco pienses en la imagen que les das al otro ni te plantees responder a las expectativas de los otros. Se libre. Si te equivocas en lo que dices, te equivocas. Más vale elaborar un pensamiento equivocado que no elaborar pensamiento alguno.

sábado, 9 de febrero de 2013

El mundo en transicion

En su obra Conceptos fundamentales de la historia del arte Heinrich Wölfflin trata de establecer las diferencias entre el estilo lineal y el estilo pictórico, pero observa que un determinado pintor A comparado con un pintor B puede ser clasificado dentro del estilo lineal y que al compararlo con un pintor C puede ser clasificado dentro del estilo pictórico. “En esto se venga la pobreza del lenguaje. Habría que tener mil palabras para poder calificar todas las transiciones”. Esto lo dice en la página 71 según la edición Espasa Libros 2011, pero en la página 104 vuelve a insistir en lo mismo usando otros términos: “Aun manejando con economía todos los conceptos, no bastan sencillamente las dos palabras, lo pictórico y lo no pictórico, para calificar los innumerables matices de la evolución histórica”. Y no deja las cosas ahí. En la página 296 añade esto otro: “Haciendo notar estas cosas, que determinan la diferencia entre la época clásica y la época preclásica, descubriremos las bases de nuestro verdadero tema. Sólo que en seguida se deja notar del modo más sensible la carencia de vocablos que marquen bien las diferencias”.